Job sharing: Compartir el trabajo, compartir el salario.

En un interesante artículo que pertenece al diario La Nación, publicado el domingo 6/11 en la sección Economía, nos informan acerca de una nueva modalidad de trabajo, una tendencia que avanza en Europa y consiste en ejercer cargos de responsabilidad, entre dos personas.

Existen países donde la tasa de empleo a tiempo parcial es alta, según datos de una importante consultora, Holanda ocupa el primer puesto, seguido por Suiza 36%, frente al 15% de España por ejemplo.

Pero no todos por ello, comulgan con la idea de compartir el trabajo, el Reino Unido, Alemania y Australia son países en los que sí “el job sharing” se ha convertido en una fórmula relativamente frecuente.

En qué consiste?

Es una nueva vuelta de tuerca de la economía colaborativa que no deja de ganar adeptos en algunos países europeos, donde el trabajador exige cada vez más flexibilidad para poder compaginar el empleo con otras facetas de su vida o de otros trabajos.

Jueces, profesores de la universidad, políticos y periodistas son algunas de las profesiones que se han atrevido con el job sharing.

Un claro ejemplo, sería una profesional, madre de niños pequeños, quien quiere avanzar en su carrera pero también dedicarle tiempo a sus hijos. Se podría pensar que si bien percibe menos sueldo al ser un trabajo de medio tiempo, si se dedicara full time a su trabajo, debería destinar parte del sueldo a una institución o persona que se ocupara del cuidado de sus hijos, además de esta manera logra tener ella la satisfacción de estar más presente con sus niños, al compartir su trabajo con una colega.

Las empresas que lo ofrecen son cada vez más conscientes de lo beneficioso que resulta contar con dos cabezas al precio de una.

Esta modalidad forma parte de la agenda política en Austria y en Alemania, ya no hay eventos de recursos humanos allí, donde no se dedique un espacio a este tema.

Compartir la tarea requiere flexibilidad, confianza y un buen trabajo en equipo. Por ejemplo, funcionan con una sola cuenta de correo electrónico, una sóla mesa y un único teléfono fijo.

Se reparten las horas del puesto de trabajo, en días o turnos consecutivos. Deben mantener para evitar conflictos, un compromiso firme de respetar las decisiones de la otra mitad y nunca enviar mensajes contradictorios. Suelen coincidir unas horas a la semana para trabajar y hablar en forma personal, cuando hay problemas difíciles, son dos perfiles distintos para solucionarlos.

Por último, citaremos este párrafo que es muy claro, “cuando te vayas a morir, no dirás lamento no haber trabajado más y pasado menos tiempo con mi familia y amigos. Será más bien al revés. La gente necesita trabajar, pero también calidad de vida”.

Esta nueva modalidad podría llegar a ser una interesante propuesta para ello.