“Start me up”!

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Hoy en día es común escuchar en el mundo laboral “es una start up”, también la palabra emprendedorismo, tan larga como extraña. Frases en inglés, frases que definen lo nuevo, lo que marca tendencia hoy. Es realmente nuevo?

Propongo pensar un poco, busquemos el significado de estas palabras…

Emprendedorismo: viene del francés entrepreneur, para referirse a un individuo que organiza y opera varias empresas, asumiendo cierto riesgo financiero en el emprendimiento.

Otros estudiosos lo han definido de distintas maneras, estas son mis preferidas:

“Un emprendedor busca el cambio, responde a él, y explota sus oportunidades. La innovación es una herramienta específica de un emprendedor, este convierte una fuente en un recurso”. Peter Druker (1964)

“El emprendimiento es la búsqueda de oportunidades independientemente de los recursos controlados inicialmente”. Howard Stevenson (1975).

Compañía “Start up”:

Una compañía de arranque, compañía incipiente o, simplemente, compañía emergente, es un término utilizado actualmente en el mundo empresarial el cual busca arrancar, emprender o montar un nuevo negocio y hace referencia a ideas de negocios que están empezando o están en construcción, es decir son empresas emergentes apoyadas en la tecnología. Son ideas que innovan el mercado y buscan hacer de los procesos complicados más fáciles de realizar, estas van enfocadas a diferentes temas y usos. Generalmente son empresas asociadas a la innovación al desarrollo de tecnologías, al diseño web o desarrollo web; son empresas de capital-riesgo.

Las incipientes por lo general comienzan como una idea de negocio creativo, y el paso inmediato es agregar diferenciación a dicha idea a través de la innovación, para finalmente emprender el negocio.

Una emergente es una organización humana con gran capacidad de cambio, que desarrolla productos o servicios, de gran innovación, altamente deseados o requeridos por el mercado, donde su diseño y comercialización están orientados completamente al cliente. Esta estructura suele operar con costos mínimos, pero obtiene ganancias que crecen exponencialmente, mantiene una comunicación continua y abierta con los clientes, y se orienta a la masificación de las ventas, aprovechando la comunicación que nos brinda Internet y sus diversas plataformas.

Y algo más para tener en cuenta, “espacio de coworking”

El término coworking fue inventado por Brouni en el año 1999, pero es en el año 2005 que realmente fue difundido, por Brad Neuberg. Brad Neuberg creó un espacio de coworking en San Francisco llamado el ‘Hat Factory’, un loft dónde trabajaban tres freelances. Más tarde, el mismo Neuberg creó el ‘Citizen Space’, que fue realmente el primer espacio de coworking en Estados Unidos. A principios de 2014, se estima que existen más de 2000 espacios de trabajo cooperativo en el mundo.

El coworking (en español cotrabajo, trabajo cooperativo o trabajo en cooperación) es una forma de trabajo que permite a profesionales independientes, emprendedores, y pymes de diferentes sectores, compartir un mismo espacio de trabajo, tanto físico como virtual, para desarrollar sus proyectos profesionales de manera independiente, a la vez que fomentan proyectos conjuntos. El neologismo “cotrabajo” es la traducción al español del término coworking, pero el uso directo del anglicismo es casi más aceptado que el propio término “cotrabajo”.

El trabajo cooperativo fomenta las relaciones estables entre profesionales de diferentes sectores que pueden desembocar en relaciones cliente-proveedor. En todo caso es frecuente que se genere un sentimiento de pertenencia a una comunidad, más allá de las vinculaciones efectivas, entre los trabajadores que frecuentan los espacios de coworking.

Y este es un importante punto a destacar, varios profesionales, entrevistados para el diario La Nación, en una sección titulada “Innovación”(1)  sostienen que, generar espacios interdisciplinarios es una llave para abrirle la puerta a la creatividad.

Esto podríamos entenderlo dentro de una mediana, o gran empresa, generando reuniones donde interactúen distintos sectores y profesionales de diferentes áreas. Siempre, el intercambio es enriquecedor para todos.

Y podríamos pensarlo también, dentro este otro nuevo contexto del coworking, donde están compartiendo experiencias e interactuando desde la simple convivencia hasta proyectos en común, profesionales de diversos rubros.

Por otro lado, muchas personas han pasado de trabajar en grandes empresas a comenzar con proyectos propios, esto no es fácil ni rápido, es un proceso. Para muchos emprender implica innovar.

Diego Luque, de una importante agencia de publicidad, entrevistado en esta nota de La Nación sostiene al respecto, innovar implica “arrancar y hacer” y dejó un mantra interesante, “done is better than perfect” (hecho es mejor que perfecto).

Otro de los entrevistados, Leo Piccioli, comentó que dejó la seguridad de trabajar en relación de dependencia, donde tuvo que ajustar sus ingresos y comodidades pero aclarando que lo realizó contento, porque estaba haciendo lo que había elegido, dio consejos para cambiar a nivel profesional y no perder la felicidad en el camino.

Explicó que todos pueden realizar un cambio y que le fue muy útil también hablar siempre de sus errores francamente.

Para que haya una decisión de cambiar, subrayó, primero tiene que haber insatisfacción y descontento con la realidad.

Muchas veces, agrego, sino siempre, un monto de angustia frente a determinada realidad es necesaria para movernos y buscar un cambio, la angustia como motor, es necesaria y puede ser muy productiva.

Carlos Bayala, otros de los entrevistados sostiene “el hombre es por naturaleza impredecible, y ese es nuestro encanto”.

Desde la psicología adhiero a esta idea, más allá de una necesaria estabilidad que todos buscamos, en la vida y en las personas, una cuota de lo que no controlamos, de lo contingente, azaroso de la vida y nuestra propia cuota de ser impredecible, tanto en lo personal como en lo profesional, nos pueden llevar a caminos impensados, interesantes y sumamente enriquecedores.

 

 

 


 

1.  Diario La Nación, 27/11/16, Innovación, Sección Economía.